sábado, 18 de octubre de 2014

Día del DOMUND. Domingo 29 T.O.



Estimados hermanos:

Adjuntamos el Evangelio de este próximo domingo, en el que celebramos el DOMUND. Ayudemos con nuestra oración esperanzada y la aportación generosa a la expansión del reino de Dios.

Te recordamos que el próximo sábado día 25 tendremos, en nuestra CASA DE HERMANDAD, una convivencia para celebrar el décimo aniversario de su bendición a partir de las 12,00 horas.

El lunes 27 se celebrará CABILDO ORDINARIO APERTURA DE CURSO a las 20:30 horas en primera convocatoria y a las 21:00 horas en segunda

Para el mes de Noviembre estamos preparando una peregrinación al Santuario de Ntra. Sra. de la Montañas en Villamartín.  Se  efectuará el Domingo día 16 en autobús, saliendo a las 9,00 horas. En próximas semanas daremos más detalle de dicha peregrinación.

Por último recordaros que se encuentra en la Hermandad la lotería de NAVIDAD para su adquisición.

LA JUNTA DE GOBIERNO

 
Evangelio

Evangelio según San Mateo 22, 15-21

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: -«Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?»

Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: -«Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto. »

Le presentaron un denario. Él les preguntó: « ¿De quién son esta cara y esta inscripción?»

Le respondieron: -«Del César.»

Entonces les replicó:-«Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. »

Comentario

Fariseos y herodianos. A diferencia de los fariseos los herodianos ven de buen grado la dominación romana y en materia religiosa eran materialistas. Estos dos grupos se unen para conspirar contra Jesús. Es el sentido e intención de la pregunta que le hacen al Señor.

Jesús de una respuesta cuya profundidad ellos no alcanzan a comprender y que es absolutamente fiel a la predicación que ha venido haciendo del Reino de Dios: “Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Al César hay que darle lo que es suyo, los tributos necesarios para la existencia del ordenamiento personal, no más; a Dios lo que le corresponde: todos los mandamientos, que implican el amor y la entrega personales. En efecto: “Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios”, hemos oído en la primera lectura de hoy (Isaías 45, 4), convirtiéndose estas palabras en un programa de vida. No nos fabriquemos “ídolos” que desfiguren el sentido de nuestros actos y de las motivaciones de las acciones de cada día. Dios es quien tiene diseñado el plan de la existencia de cada persona, cambiarlo por los que nos proponen los “dioses” del mundo es conducir la vida al fracaso. La plenitud se alcanza en la medida en que se mantiene la vida en el rumbo marcado por el Señor.

Esta doctrina de Jesús transciende cualquier planteamiento político, y si los fieles, en el ejercicio de su libertad, eligen una determinada solución en los asuntos temporales “recuerden que en tales casos a nadie le está permitido reivindicar en exclusiva la autoridad de la Iglesia en favor de su opinión” (C. Vaticano II, GS, 43).

Jesús, con estas palabras, reconoció el poder civil y sus derechos, pero avisó claramente que todos y siempre deben respetar los derechos superiores de Dios (cfr. DH, 11) y señaló como es parte de la voluntad de Dios el cumplimiento fiel de los deberes cívicos (cfr. Rm 13, 1-7).

Es necesario que no nos desentendamos de esta realidad: hay que estar presente en la sociedad, los simples lamentos no sirven para nada. El cristiano debe hacerse presente en la sociedad: la familia, la las asociaciones sociales y profesionales, en las educativas, en los medios de comunicación social, en las asociaciones deportivas…

No debemos dejar pasar por alto las palabras con las que los interlocutores de Jesús se dirigen a él: “Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea”. También así deberían ser reconocido cada cristiano: por su sinceridad ante Dios, ante sí mismo y ante los demás, por el amor a la verdad que no se doblega ante los criterios de los demás. ¿Cómo no recordar lo que Jesús nos dice de sí mismo: yo soy el Camino, la Verdad y la Vida? Es una invitación a la que vale la pena responder, nuestra sociedad necesita de este testimonio de los creyentes.

Por eso, “pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. También en esto hemos de imitar a la Virgen, primera cristiana y modelo de ciudadana.

Comentarios: Rvdo. Sr. D. Manuel Gordillo Cañas, Pbro. Párroco de la de San Roque de Sevilla

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