miércoles, 12 de marzo de 2014

"Una hermandad que no reza, es una hermandad muerta"



Comenzó el quinario de reglas de la hermandad del Santo Crucifijo de la Salud, y lo hizo de manera brillante, gracias a la profundidad y cercanía de la palabra del vicario de San Miguel, el sacerdote don Manuel Jesús Barrera Rodríguez, que es quien tiene a su cargo estos cultos cuaresmales de la corporación que dirige José Gallego Márquez.

Basando su homilía en la necesidad de evangelizar de las hermandades, y en las palabras del Santo Padre Francisco, el sacerdote desgranó los problemas reales que actualmente tienen las hermandades, concretando sus palabras en ejemplos concisos que demostraron su conocimiento acerca de la situación actual de las hermandades y cofradías, así como de la entidad nazarena de San Miguel.

"Una hermandad que no reza es una hermandad muerta, que huele a podrido". Con esta rotundidad, Barrera Rodríguez fue ahondando en los corazones de unos hermanos que llenaron la iglesia de San Miguel, escuchando con atención la corta, pero intensa, predicación del sacerdote. "Es necesario que las hermandades evangelicemos, involucrándonos, acompañando, fructificando y festejando, pero debemos discernir cómo y por qué lo hacemos. Porque si no estamos preparados, si no conocemos la Palabra de Dios... ¿A quién vamos a evangelizar? ¿Cómo podremos conseguirlo?", se preguntó en reiteradas ocasiones el predicador, quien advirtió a los cofrades de San Miguel del riesgo de caer en la "idolatría si no nos sentimos parte de la Iglesia, y parte de la parroquia".

Acompañado del director espiritual perpetuo de la hermandad y párroco de la de San Miguel, don Ángel Romero Castellanos, quien concelebró la eucaristía muy recuperado de sus dolencias, el vicario parroquial culminó el primer día de quinario, que tendrá su continuidad hoy, miércoles, a partir de las ocho de la tarde con el rezo del santo rosario, ejercicio del quinario y eucaristía a las ocho y media de la tarde.

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